Canal del Duero.
Tudela de Duero
De pedales por el Canal del Duero, otra delicia más de la Ribera vallisoletana
Hay tesoros a los que, si no se les presta atención, desaparecen, o te los roban y no te enteras. Y al Canal del Duero le pasa algo de eso. La Senda del Duero, entre Tudela y Sardón. Este tramo es bellísimo y cuenta con alicientes como el paso de un puente-acueducto metálico sobre el Duero, de 56 metros de luz, por el que hoy solo circula el agua pero que con unas tablas y una malla de seguridad se convertiría en uno de los principales atractivos del paseo. El puente-acueducto, cargado de historia y remaches de acero, seguía tal cual, sin tablas ni pasarela pero con el agravante añadido de que, por la orilla izquierda del Duero, resulta imposible acercarse si quiera a mirar: una cadena con candado corta de raíz el paso a la altura de la que fuera la casa del guarda que se encargaba de vigilar el acueducto, en un tramo de camino que ha quedado convertido en finca particular.