Me sobran los motivos para no querer quedar a tomar un café con un chico divorciado o separado.
Al igual que no quiero que me hagan daño yo tampoco quiero hacer daño.
Dar pie a tomar un café para conocerse y charlar es algo muy inocente en la inmensa mayoría de los casos, aunque si por una casualidad yo le llegó a gustar de verdad a ese chico lo único que puede pasar es que el lo pasé mal al sentirse rechazado.
No pido conocer a un chico soltero,que nunca se haya casado, y sin hijos porque sea una exigente.
Lo hago porque tengo las ideas muy claras y porque los hombres no son juguetes para probar.
Lo que yo no tolero que me hagan tampoco lo hago yo.
Un beso para todos.